Como ser un gurú (de lo que sea)

En un inconsciente alarde de temeridad, me dió por leer el post Siete maneras para hacer negocios en la era Web 2.0, de acuerdo a un estudio de Gartner, dirigido por Charles Abrams (toma ya), y a esto que me pareció tener lo que se llama un déjà vu ("ya lo ví" en el idioma de Mónica Lewinsky).

Pero no un déjà vu cualquiera, no, no. Fue muy fuerte, como si en Matrix se hubiesen actualizado a Feisty Fawn, así de repente, sin avisar ni nada.

Bueno, a lo que iba. Para ser un gurú tienes que memorizar los siete puntos que aparecen en el artículo resumen, y dentro de seis meses vas y los repites tú mismo sustituyendo las buzzwords por las que estén más de moda (las super-super fashion) en ese momento. No importa la estupidez que resulte, pero sí que es importante (muy importante) quedarse tan pancho después de decirlo. Según lo pancho que te quedes puedes llegar a ser considerado como algo parecido a Dios.

Eso sí; ten en cuenta que luego debes poder responder a cualquier pregunta derivada de lo que acabas de soltar por esa boca, lo cual se consigue básicamente repitiendo lo mismo pero alterando el orden de las palabras, y volviéndose a quedar tan pancho.

Esto parece fácil pero no lo es. Se te puede hacer la picha un lío, y entonces estás perdido. Tienes que tener una gran habilidad para permutar palabras "on the fly" y que parezca que ni siquiera has tenido que esforzarte en pensar.

No debes tener miedo de que alguien reconozca patrón del texto, pues la audiencia típica del gurú no tiene memoria a medio ni largo plazo.

Si descubres que tienes habilidad para esto, puedes crear una consultoría o similar y hartarte de ganar pasta hasta que llegue otro que lo haga mejor, momento en que puedes dedicarte a la política y relajarte. Porque en política da igual lo que digas, hablas para gente que ya te ha creído antes de que empieces a hablar (exactamente lo mismo que en las religiones).

Ah, una cosa: Si lo que tú tienes en realidad es un montón de conocimientos, una gran experiencia, claridad mental, solucionas problemas reales y por tanto tu valía no depende de cuanto te chupen la polla, entonces no eres un gurú, eres un puto crack digno de una amable y generosa admiración. Y de estos, haberlos -aunque pocos- haylos.