La vida es bella...
Me habían enviado el enlace, pero aún no sabía la que se iba a armar con la chica de la mancha en el pelo.
Bueno; el tema -pelo aparte- es que la criatura en cuestión aún después de conocer su tasa de alcoholemia insiste en que está perfectamente para conducir, porque tiene "una enzima que se hace cargo del coche le permite tolerar más" (4º de Medicina). Si eso lo aseguró ese día, nada le impide asegurarlo cualquier otro día -esta vez cuando no haya cámaras, claro-. Esto es a cuento de lo del otro día: Una cuestión darwiniana.
Precisamente a esa sensación de estar perfectamente para conducir es a lo que no hay que agarrarse.
Pos no sé, shosho; por ahora te han visto visto 753.000 + 347.000 veces (incluyendo al niño loco alemán). Eso es chungo, pero sería mucho peor estar en una caja de madera a dos metros bajo tierra. Así que, ¡sonríe!, la vida es bella... por ahora.