La mujer que encontró a Jacques

No sé si recordaréis un anuncio -hace tiempo- en el que llegaba una tía en una moto, se quitaba el casco, abría hasta medio cuerpo la cremallera de la cazadora negra de cuero (las tetas se le descomprimían pero sin llegar a salirse fuera) y poniendo cara de "me lo voy a merendar sin pan ni ná" decía:

"Busco a Jacquesss..."

Aquel anuncio se convirtió en un mito.

Pues bien; años más tarde parece ser que al fin lo encontró, aunque no era "Jacques" sino "Jack" (tal vez por eso no lo encontraba). He aquí la evidencia:




Sí, ya sabéis que las tías tienen ahora la manía de tatuarse la base de la espalda, y esta se puso el nombre del ínclito, cosa que no es de extrañar dado lo que le costó encontrarlo.

Por cierto: Bonito tanga ¿verdad?