Hágase la oscuridad

En la Biblia, esto es lo que pasa cuando Dios se cabrea con sus hijos porque les ha puesto una trampa y han caído como perfectos idiotas. Está claro que Dios no tiene madera de profesor.

En el Mundo Real, son tormentas de arena. Aparte de ponerlo todo perdido, de no dejarte ver un carajo y de lo desagradable que es masticar arena, en principio no presentan mayor problema.



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