Deseos

Ya entendéis lo que plantea Lacan: Las fantasías tienen que ser poco realistas, porque en el momento, en el instante en que consigues lo que buscabas… ya no lo quieres, no puedes quererlo. Para que el deseo pueda seguir existiendo, necesita que sus objetos estén permanentemente ausentes. No es "eso” lo que deseas, sino la fantasía de “eso”. O sea, que el deseo sustenta fantasías utópicas.

A eso se refiere Pascal cuando dice que “solo somos verdaderamente felices cuando soñamos con la futura felicidad”. Y también la de que “la cacería es más dulce que lo cazado”, o “ten cuidado con lo que deseas”, no por conseguirlo, sino porque estás condenado a no quererlo en cuanto lo consigas.

La vida de David Gale (2002)